Cuando decidí fundar mi consultoría, la llamé VERSES, porque quería desafiar algunas prácticas comunes en el sector del comercio electrónico.

Me oponía a varias tendencias que aún persisten, aunque en menor medida hoy en día. Por ejemplo, estaba en contra de las agencias de desarrollo que cobraban comisión por venta, lo cual limitaba el potencial de crecimiento de las empresas. En mi consultoría, decidí eliminar los términos engañosos.

También rechazaba las prácticas de algunas agencias de marketing que tomaban el control de las cuentas de sus clientes. En VERSES, nos comprometimos a ser transparentes y a no participar en tales prácticas.

Además, me oponía a los intermediarios de marketplaces que se quedaban con una parte de las ganancias de las empresas, en lugar de proporcionar capacitación y permitir que los equipos internos se encargaran de la gestión. Por eso, opté por utilizar el término 'consultoría' en lugar de 'agencia' y fundé VERSES, una consultoría estratégica en comercio electrónico, en asociación con un gran socio.